La Revolución de la Moda es Popular

By Fashion Revolution

5 years ago

Por Victoria Zaccari

Hace 2 meses estalló el pueblo chileno. Los primeros días de noviembre, hubo un golpe de Estado en Bolivia. Estamos viviendo transformaciones profundas en Perú, Ecuador, Uruguay, Argentina, Colombia, México, Haití… Son procesos de gran magnitud, imposibles de ignorar. Latinoamérica ya no puede ni quiere sostener este sistema que abusó de su riqueza: las personas y la naturaleza. Dentro de este contexto, un proceso social tan significativo como el de la moda y su industria no permanece ajeno.

Es tiempo de transformaciones; un claro ejemplo es lo que sucedió hace unos días en Santiago de Chile durante la intervención urbana que el colectivo feminista “Las Tesis” (originario de Valparaíso) realizó por el Día Internacional Contra la Violencia de Género. A través de la canción de protesta “Un violador en tu camino”, dieron un contundente mensaje que cuestiona transversalmente nuestra sociedad patriarcal –desde los medios de comunicación hasta los organismos estatales, jurídicos y políticos-. La intervención se llevó a cabo el pasado lunes 25 de noviembre en distintos lugares de Chile, y se replicó en el resto del mundo: “Francia, Alemania, el Estado Español, EEUU, Argentina, México, Paraguay, Turquía y muchos países más bailaron al son de denunciar al estado opresor. Las redes sociales se llenaron de fotos, flyers y videos.”¹

Históricamente se culpó a mujeres y disidencias por acciones que vulneran su integridad física, psicológica o emocional. De hecho, se han desarrollado numerosas teorías y procesos que justifican los privilegios de los varones por sobre el resto de la población. Es precisamente aquí cuando vestir se convierte en un acto político. Porque no se trata de cómo vestimos o nos maquillamos para ser más o menos atractivas. Los actos de violencia de género no son crímenes sexuales, sino crímenes de poder

En estas épocas convulsionadas, cuando tenemos vasta información sobre las violaciones a los DDHH que atraviesan toda la producción dentro de la industria de la moda, es muy común ver que cuestionamos a quien tenemos enfrente. Por ejemplo, cada vez es mayor la cantidad de emprendedores que intentan producir desde el cuidado y el respeto. Obviamente que ningún proyecto es perfecto, como tampoco lo somos las personas, al menos desde la idea de perfección que se nos impuso en occidente, ya que somos proceso constante. Sin embargo, les emprendedores están más expuestes al escrutinio público: plantean mayor transparencia en los procesos productivos y hay una cara visible (o más de una) responsable del proyecto, por lo que muches consumidores cuestionan aspectos que quizás no lograron observar en grandes marcas o empresas de moda, pues “ya funcionan así”.

Entonces, me pregunto si cuando cuestionamos el sistema nos incluimos en él. Si así fuera, ¿estamos disponibles para salir de nuestra comodidad? ¿Hasta dónde negociamos modificar nuestros hábitos/formas de percibir y vivir? ¿Qué exigimos a les diseñadores/educadores en lugar de gestionar o colaborar en el cambio de paradigma?

La crisis social puede servir para modificar de raíz formatos, estructuras y parámetros que oprimen y condicionan a la mayoría, menoscabando nuestra calidad de vida digna. El sistema de moda tradicional nos enseña, desde el ámbito educativo, medios de comunicación, venta, marketing, imágenes y demás, a competir, a copiar, a producir sin parar. Como diseñadores, educadores, comunicadores, consumidores, etc., somos responsables de generar espacios para gestar una industria de la moda saludable en todos los sentidos.

Necesitamos repensar el campo del diseño y de la moda como un espacio colectivo de debate creativo e interactivo; como una comunidad en la cual se tejen redes, y existe la posibilidad de la confianza, para construir desde las diferencias. La revolución es pensar y hacer de formas que no se han probado aún. Pensar desde la diversidad formas diferentes de vincularnos, más allá de cuerpos e identidades. La revolución es incómoda pero necesaria, porque viene a revolver y matar lo que ya no sirve, lo que es viejo y no nos permite avanzar.

 

 

¹

https://litci.org/es/menu/opresiones/mujeres/y-la-culpa-no-era-mia-ni-donde-estaba-ni-como-vestia/

²Rita Segato (antropóloga y pensadora feminista) desarrolla este concepto en varias entrevistas y escritos.

 

Autora: Victoria Zaccari